domingo, 3 de agosto de 2008

Post-operatorio

Post-operatorio
La vasectomía es un procedimiento quirúrgico con una tasa de efectividad cercana al 100%. Sin embargo, en los primeros meses posteriores a la cirugía, la pareja debe mantener algún otro método anticonceptivo ya que pueden quedar espermatozoides vitales en el segmento del conducto deferente que queda comunicado con la próstata.
Para declarar el éxito de la vasectomía, debe realizarse un análisis de semen o espermiograma alrededor del 2° a 3er mes postoperatorio, el cual debe demostrar la ausencia completa de espermatozoides (azoospermia).
En algunos pacientes pueden aparecer escasos espermios inmóviles, en cuyo caso debe mantenerse algún método anticonceptivo hasta repetir el espermiograma y verificar la completa desaparición de espermatozoides. En los raros casos en que aparecieran espermatozoides móviles en el espermiograma posterior a 3 meses de la cirugía, existe la indicación de repetir el procedimiento.

Complicaciones
La vasectomía es un procedimiento urológico que tiene pocas complicaciones, y la mayor parte de ellas son de manejo médico y no quirúrgico, sin embargo es indispensable tenerlas en cuenta para su manejo rápido y oportuno.

Hematoma:
La formación de hematomas es la complicación más común con una probabilidad promedio de 2% que disminuye a 0,09% en cirujanos con experiencia en vasectomía.

Infección:
La presencia de infección es un fenómeno que puede ocurrir en cualquier herida operatoria. Esto se evita con un adecuado ambiente estéril y el uso de antibióticos profilácticos en el momento de la cirugía. La tasa de infección en vasectomía alcanza el 0,9% de los casos.

Granuloma espermático:
Corresponde a la presencia de un pequeño nódulo en el sitio de la cirugía y que puede presentarse en forma microscópica entre el 10 al 30% de los pacientes. Se produce por la filtración de semen en el cabo cercano al testículo, principalmente en las cirugías en que este segmento se deja libre, siendo sintomático en raras ocasiones.

Dolor testicular crónico:
Aparece en un 0,1% de los pacientes sometidos a vasectomía y se evita su aparición realizando la sección del conducto deferente lo más alejado posible del testículo. En los casos que no responden a medidas locales puede realizarse una apertura del cabo comunicado con el testículo o la remoción del epidídimo, con lo cual desaparece el dolor en el 95% de los pacientes.